Independencia.
Luego de un par de batallas intergalácticas, algunos combates Samuráis sin piquete de ojos, partidos de ping pong interminables y un piedra, papel y tijera al mejor de 5, logramos finalmente declarar nuestra República independiente del Rey de Portugal, El Rey de España, El Rey Mago Melchor, El Príncipe Humberto, La Reyna Africana y el Rey de Basto.
Fundación.
Parecería que República fue fundada un 20 Otoño de 1517, en el siglo del 3er milenio, año del perro de bronce y bajo los estandartes de aquel entonces de lo que era la comunicación abierta y la libertad de expresión (“se hace lo que digo yo, que soy más fuerte que vos"). República renace de entre las cenizas (como el Gato Félix) habiendo antes conquistado por un lado a Skateland y por otro a Longboard House, ambas tiendas soberanas que se encontraban en guerra y ya debilitadas por la rivalidad histórica entre los churrinches de tabla corta y los cebollitas de tabla larga.
Hoy en día República se ha convertido en tierra de nadie y de todos, donde conviven Reyes autoproclamados de forma totalmente legítima con Presidentes electos a mano alzada por mayoría de tres contra tres, Senadores que se pasan cenando con tarjetas corporativas, e Intendentes que ejercen de forma remota sus funciones, porque no les gusta la ciudad en la cual salieron electos. Hay leyes de todo tipo que se han escrito una y mil veces con jugo de limón, marcador de pizarra, lápiz mecánico y otro tipo de estratagemas, para lograr hacer -en definitiva- lo que cada uno quiera.
Declaratoria.
La primer declaratoria de Independencia de República se escribió en una servilleta, con la cual uno de los Representantes de la Cámara Baja se limpió la boca luego de degustar un massini y fue así entonces que aquel texto se conoce solamente de forma oral, transmitido de generación en generación únicamente a través de un histórico teléfono descompuesto en el cual ya nadie cree pero tampoco se anima a desmentir y que dice más o menos así: República se declara libre e independiente del Rey de Portugal, el Emperador de Brasil y de cualquier otro Emperador del Universo, incluyendo a los Guardianes de la Galaxia, Los Magníficos, Lobo del Aire, cualquier personaje de Marvel, el Pato Celeste y la Reina de la Teja.
La Honorable Sala de Representantes, así como la Junta Ordinaria (algunos expulsan con ruido sus gases en las sesiones), declaran no conocer los estatutos y constituciones escritas ya que aparentemente se habrían quemado por “accidente" para prender un asado multitudinario, intentando alcanzar uno de los tantos Record Guiness que ostenta esta República.
Por tanto República, en plenitud de sus derechos, izquierdos, libertades, prerrogativas, inherentes a los demás pueblos y pueblas de la tierra (porque hay que ser inclusivos), declara por ley fundamental la siguiente: son todos bienvenidos a nuestras tiendas soberanas, a excepción de los días que estamos cerrados y los feriados que a posteriori iremos declarando según tengamos más o menos ganas de trabajar. No se requerirá Visa para visitar nuestras tierras, sino Visa, Master Card, Oca, Cabal, American Express y cualquier otro método de pago, en el caso de no pagar con efectivo.
Quedan entonces expresadas en este pergamino web, con sello de lacre virtual, apenas algunas de las voluntades de esta Junta Especialmente Ordinaria, que tiene potestad para desdecirse de todo lo que ha dicho anteriormente y no hacerse cargo de nada de lo que ha prometido. Quien pueda sentirse agredido u ofendido por nuestras palabras, puede presentar sus reclamos en la FIFA, los días del arquero de 12:30 a 12:38, habiendo sacado número previamente en el BPS, habiéndolo sellado posteriormente en el BHU y luego habiendo pagado un “Monte Pío” notarial de U$S 8.993,54 (dólares americanos, ocho mil novecientos noventa y tres con cincuenta y cuatro centavos) con el cambio exacto.
Así que luego de expresadas estas voluntades por un grupo muy minoritario de quienes componen esta República Independiente, pedimos que se escriba, se publique, se archive, se guarde en disco externo, se bañe, se afeite y luego bórrese con el codo lo que sea de conveniencia.
Patrimonio edilicio.
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